viernes, 17 de febrero de 2012

COPIA DEL INSECTO


Hace 20 años, minutos más, minutos menos, fue publicado este libro de Flobert Zapata (1958), escritor más conocido por No te vayas colegio, Premio nacional de Poesía de la Universidad de Antioquia de 1994, y muy activo a través de su colección Lyrica Species, destinada a los poetas jóvenes, y del blog: http://flobertzapata.blogspot.com/
Premiado por un jurado exigente -Rogelio Echavarría, Juan Manuel Roca y el argentino Manuel Ruano-, Copia del insecto nunca consiguió la difusión que merecía, tal vez porque fue escrito e impreso en provincia, lejos de la prepotencia de la capital y de las conveniencias de las camarillas que con tanta facilidad encumbran lo propio y desconocen lo ajeno. En ese entonces destaqué el cuidado con el que están construidos las imágenes y los ritmos de estos versos, y como Flobert Zapata realizó un proceso de alejamiento en el que la sensibilidad respira a través de formas elusivas que hablan de lo cotidiano. Hoy, con mayor sencillez, digo sin reservas que es un excelente libro, y para invitar a a reeditarlo, reproduzco aquí algunos de sus poemas.



COPIA DEL INSECTO

            i

El hombre con salto de tigre, que acaso ignora sus rudimentos de felino, puede aparecer en cualquier fuga y agregar otras especies de sombras a las que he acumulado durante el día. Su puñal educado para la muerte es un apéndice impostor de la noche.

            ii

Cruzo el parque vacío, impotente copia del insecto.

            iii

La casa es más lejana cuando se huye.

            iv

Y más grande con el miedo

            v

Y fría cuando al entrar a la alcoba no me asalta la imagen de tu cuerpo.




EL AZUL

El azul es un color maleable. Individual. Se dilata con tus apetitos. Se encoge con tus miedos. Puedes llevarlo en el pecho como una daga de adorno. El negro es un pez de jabón. Es de los otros. Sufre voluntarias metamorfosis. Sol impostor. Potro de tormentos. Tinte cimarrón. El azul es un color noble, un vasallo.




ALGUIEN ES EL AUTÉNTICO

A medida que pasa el tiempo me voy pareciendo más a mi padre. También es posible que su vacío me vaya construyendo. ¿Son suyas o mías las venas brotadas de las manos, la fobia a la soberbia y la tortura, esa propensión a los pantalones de dacrón, a serenar los placeres? Voy siendo él con tanta claridad que sospecho que él es mi doble que vivió primero. Que en realidad yo soy el padre y él es el hijo.




EL VIRTUOSO

            i

El virtuoso tiende la mano al hundido en el abismo.

            ii

Un poco fuerte para que no se sienta solo.

            iii

Un tanto débil para que no se salve.




A la ciudad yo la diseño y la rediseño de acuerdo al mapa diario de lo que me queda.

A veces ciertos sucesos amargos, abominables, me llevan a recorrer la ciudad convencional, endurecida, maquillada por ciegos, casi siempre convaleciente.

Inútil, despiadada, la tentativa de sanear las fisuras con bestias.




VAN GOGH

Es tuya
una de las orejas
del cuerpo de la gloria.




KAFKA

Decidiste que la vida
era una pesadilla en dos escenas
y escribiste la primera.




MÚSICA QUE SE ABRE

La música abre los muslos
en la pared oculta.

Dos sombras insensibles
dicen tantas cosas.

Una mancha de tinta roja
se abre como una almeja.

El roce de una higuera oscura
une con humedad pómulo y lengua.

Danza de chispas.

Noche vencida
en su motivo de dagas.

Gravita a pesar de todo
un cuerpo extenuado
que entrega cuanto tiene
de gestos y de adioses. 

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