martes, 21 de abril de 2015

ESCOBAR GIRALDO: UN LABERINTO MORAL

ESCOBAR GIRALDO: UN LABERINTO MORAL

Luis  Alonso Girgado – Diario de Ferrol


El narrador colombiano Octavio Escobar Giraldo, con un ya significativo bagaje de títulos en su haber, viene oportunamente a esta página como ganador del Premio de novela corta Ciudad de Barbastro con su novela “Después y antes de Dios” (Ed. Pre-Textos, 2014). De momento, la única duda que tenemos es que sea esta de Escobar Giraldo una novela corta. Por otro lado, lo que leímos de este colombiano, al menos lo más reciente, es lo publicado en la extremeña Editorial Periférica; no tenemos memoria de su presencia anterior en nuestro panorama editorial, aunque es posible que nos falle la memoria.
Pero en cualquier caso, lo que aquí importa es situar “Después y antes de Dios” como nuevo asedio al tema del crimen y la muerte violenta en Colombia y a la subsiguiente atmósfera de descomposición moral del país, visto como un territorio en alerta roja bajo la vigilancia de sectores y grupos que ejercen eficazmente un trágico control en lo individual y en lo colectivo. En el centro de esta laberíntica y circular historia se sitúa un singular narrador-protagonista, “la doctora”, cuya construcción alcanza una polifacética personalidad humana, suma de víctima y victimaria, de poder y sometimiento, de afirmación y fragilidad. Una compleja figura en la que anidan fealdad y lesbianismo e incluso se tiñe de un persistente poso de religiosidad que impregna otras vertientes humanas, sociales y hasta políticas de esta rara y distorsionada novela. Las referencias a El Greco y sus figuras no son para nada ociosas o casuales en esta fábula narrativa que parte – bruscamente – de un hecho criminal y se desarrolla en abrupta fuga que el novelista deja en suspenso, abierta; tal vez como incierto fracaso.
Aunque es Manizales, patria chica del novelista, el escenario eje, la novela conjuga referencias a la Colombia rural y a la urbana, manejadas y asaltadas ambas por el terror, el crimen, la corrupción que el novelista refleja en una esfera menor, entre personal y familiar; un microcosmos cerrado pero vivo y amedrentador, anclado en un régimen casi feudal que impone el poder de sus privilegios frente a toda ley.
Es “Después y antes de Dios” la suma de no pocos quebrantos, locuras y extravíos; es la destructiva confluencia de males y daños que atentan contra el derecho a vivir y a afirmarse del individuo; es la constatación de una imposible modernidad impedida por rancias tradiciones y creencias, por jerarquizaciones rígidas que inmovilizan cualquier asomo de libertad en un país desangrado hasta la extenuación.
Estamos, en suma, en cosmovisión y personajes, ante una historia turbia y degradante; ante una ruta imposible de violencia, autodestrucción y pesadilla. Todo un conjunto de fuerzas contrarias chocan aquí, en figuras de dolorosa entraña humana (la “doctora” especialmente) devoradas por el insaciable Saturno que revive en Colombia hasta en pequeños e íntimos reductos que los novelistas penetran una y otra vez con igual diagnóstico, cambien o no los protagonistas. En síntesis, una nueva vuelta de tuerca al tema de la violencia colombiana como lacra no extinguida es lo que se deja ver en esta novela de Escobar Giraldo.

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